Las escuelas de adultos se convierten en una alternativa al desempleo

Crece la demanda en los centros de la región, donde los alumnos buscan formarse para mejorar sus opciones de acceso a un empleo.

Ante la crisis y el desempleo, a estudiar. El número de alumnos matriculados en las escuelas de adultos de Cantabria aumenta cada año. Los directores de los centros creen que es debido a la falta de oportunidades laborales. «La gente sin trabajo aprovecha para formarse», explican. Tanto es así que algunos centros comienzan a quedarse pequeños y crean listas de espera llenas de nombres de personas que quieren prepararse para optar a nuevas ofertas laborales, acceder a la universidad o simplemente ocupar su tiempo en algo provechoso.

La oferta es larga frente a una lista de demandantes que cada vez ocupa más folios. Desde el comienzo de la crisis, las clases están abarrotadas y la media de edad se sitúa en torno a los 30 años. Los jóvenes que decidieron dejar los estudios y marcharse a trabajar ante el ‘boom’ de la construcción, cogen de nuevo los libros para sacarse aquel título que en su día no les pareció necesario. La demanda de titulaciones ha aumentado, desbordando las escuelas de adultos ante la necesidad de cualificarse. «Se trata de una oportunidad cuando la gente necesita algo a lo que agarrarse», señala la directora de la Escuela de Adultos Margarita Salas de Cabezón de la Sal, Montserrat Aguirre.

En el caso de Cabezón de la Sal, cada año se apuntan más alumnos a un centro con menos espacio del necesario. El curso ha comenzado este año con 550 alumnos, de edades comprendidas entre 17 y 77 años, un 10% más que el año pasado. «Una demanda extraordinaria que ha aumentado considerablemente con respecto a otros cursos», explicó Aguirre. La directora aseguró que el centro, que ya comienza a quedarse pequeño, «está desbordado y hay gente que no ha podido entrar en lista de espera».
Lo mismo sucede en los municipios de San Vicente de la Barquera, Val de San Vicente y Unquera, donde la crisis y el paro han llevado a muchos adultos a volver a las aulas. En el centro de enseñanzas post-obligatorias de Unquera, las matrículas han crecido un 40% respecto al curso anterior y ya supera los 130 matriculados, aunque el periodo de inscripción sigue abierto.

La franja de edad varía además entre los matriculados y este interés por ampliar su formación ha sido especialmente notable entre personas con más de 40 años, «personas en paro que cuentan con una amplia experiencia laboral». En esta misma línea se encuentra el aula de adultos de San Vicente de la Barquera, que ha pasado de los 18 alumnos de cursos anteriores a los 28 actuales.

La escuela de adultos de Torrelavega no es una excepción. La tasa de matriculados aumenta desde 2003 y no ha dejado de hacerlo hasta ahora cuando constan 776 matriculados. Esta misma escuela comenzó con seis profesores y en la actualidad cuenta con 16. Lo mismo sucede en Polanco, donde este año se han inscrito más de 500 personas, «cien más que el año pasado», explicaron desde el Ayuntamiento.

En Los Corrales de Buelna se cuenta también con un centro de educación para adultos que desde hace años mantiene una matrícula superior a los 200 alumnos. El problema aquí es que «no hay sitio para más». De hecho, el director del centro se ha quejado más de una vez de la falta de espacio y la imposibilidad, por tanto, de aumentar las matrículas con las que se cuenta en el centro cultural ‘La Pelá’.
Listas de espera

En el centro de adultos de Reinosa, a pesar de que no ha aumentado el número de alumnos, «hay listas de espera para acceder a los cursos de idiomas y a los de acceso a la universidad», según informó el director, Andrés Marinero. Sin embargo, han disminuido las solicitudes para los talleres más lúdicos.

En Ramales de la Victoria y en Liendo existe un centro colaborador de la escuela de adultos dependiente de la Consejería de Educación que funciona como una delegación en la que se prepara a los alumnos para examinarse en los centros oficiales. Cada año, el centro de Ramales ve aumentado el número de alumnos que solicitan matrícula.

En la escuela de Santoña también se detecta un notable crecimiento de las matrículas. Ricardo Cuadrado, profesor del centro, explica que el incremento de inscripciones se ha duplicado en el caso de las enseñanzas no regladas. A juicio de Cuadrado, el aumento de matriculaciones está relacionado con el incremento del paro: «Los ciudadanos prefieren formarse para mejorar sus vías de incursión al mercado laboral en vez de quedarse en casa sin hacer nada». Laredo cuenta con una escuela de adultos donde este año hay 250 caras nuevas y una larga lista de espera. Su directora, Rosa Díaz, cree que el incremento se puede deber «a todo el tema de la crisis y del paro». Además, señala que también influye el caso de que en algunas de las especialidades, como en el curso de auxiliar de enfermería, trabajadores en activo no disponen de la formación que ahora se exige.

Fuente: El Diario Montañés

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