El Ayuntamiento de Cabezón de la Sal en colaboración con la Asociación IDEM a través de una subvención del Servicio Cántabro de Empleo y del Fondo Social Europeo va a poner en marcha el proyecto ‘SAD+’ para la promoción del servicio de ayuda a domicilio que presta este Ayuntamiento, a través de servicios complementarios de tipo psicosocial que se puede en desarrollar en la localidad. La aprobación de este proyecto se traducirá en la contratación de personal especializado para incrementar la cobertura de la prestación de este servicio de ayuda a domicilio en el municipio, con la atención a nuevos colectivos en situación de desventaja social, como las personas con minusvalía.
En cuanto a la oferta de servicios de tipo psicosocial, ésta va dirigida a la educación afectivo-relacional, donde se trabaja la promoción de la autoestima y de la salud, con la motivación para el aprovechamiento de los recursos municipales dirigidos al ocio y el tiempo libre, y especialmente a los que ofrecen práctica deportiva.
El equipo que desarrolle el proyecto será seleccionado por el Servicio Cántabro de Empleo y estará formado por profesionales con perfil en trabajo social, integración social y auxiliares de ayuda a domicilio, que coordinarán actuaciones con el servicio de ayuda a domicilio que se presta desde el Ayuntamiento. Serán los encargados de seleccionar y decidir las actuaciones que mejor se adapten a la población destinataria.
La alcaldesa de Cabezón , Esther Merino, considera que desarrollar este proyecto supone «una oportunidad», porque los datos sociodemográficos proyectan un incremento progresivo del número de personas dependientes, que unido a otros indicadores sociales, como cambios en roles familiares o inadecuación de las viviendas para situaciones de dependencia, «hacen que la ayuda a domicilio en relación con otros servicios sea básica para abordar de forma racional y eficaz la atención a personas con discapacidad, por lo que su especialización en prestaciones romperá el aislamiento social que sufre esta población», concluye Merino.
Fuente: El Diario Montañés