Que finalizó el sábado con una visita guiada a la Senda Fluvial que llevaron a cabo 40 personas
Durante la semana pasada, de martes a sábado, se ha desarrollado en el municipio de Cabezón de la Sal la campaña: “LA RESTAURACIÓN DE ÁREAS DEGRADADAS, UN RETO PARA EL SIGLO XXI” financiada por la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Urbanismo del Gobierno de Cantabria, y organizada por la Asociación Cultural Bosques de Cantabria en colaboración con el la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cabezón de la Sal y la Junta Vecinal de Ontoria-Vernejo, y cuyo fin ha sido informar a todos los ciudadanos sobre la restauración ambiental de la senda fluvial de El Minchón, realizada durante los últimos meses del año 2010, promovida por el Ayuntamiento de Cabezón de la Sal y subvencionada por la Consejería de Medio Ambiente.
Con una amplia participación de la comunidad educativa, más de 350 personas, entre profesores y alumnos de los centros I.E.S. Valle del Saja y Foramontanos, C.E.I.P. Ramón Laza y Antonio Muñoz Gómez y el C.C. Sagrado Corazón, en donde se realizaron diferentes charlas audiovisuales, adaptadas a los diferentes niveles educativos, destacándose la importancia y necesidad de este tipo de actuaciones, así como las líneas de trabajo seguidas y el fomento de conductas respetuosas con el entorno y , por supuesto, su disfrute.
Con la misma finalidad, pero ya para el público en general, se desarrolló una charla audiovisual en el salón de actos del Edificio La Torre y una visita interpretativa por El Minchón, guiada por técnicos de la Asociación Bosques de Cantabria, y que se inició con el saludo del Concejal de Medio Ambiente de Cabezón de la Sal, Víctor Reinoso y el Alcalde Pedáneo de la Junta Vecinal de Ontoria-Vernejo, Óscar López y que continuó por la senda fluvial con diferentes explicaciones sobre el ecosistema del bosque de ribera, los trabajos de silvicultura y las diferentes labores realizadas en El Minchón. El recorrido, bajo el sol de un espléndido día otoñal, duró algo más de tres horas, pero tanto el entorno, como las explicaciones fueron del agrado de las más de cuarenta personas asistentes a la actividad.
